6 de diciembre de 2016

La actitud multiplica

Hace un tiempo escuché una charla de Victor Kuppers en la que presentaba una fórmula para determinar cuál es el valor de las personas. Defiende que somos como bombillas. Todos tenemos una potencia para brillar, que en nuestro caso lo da la suma de conocimientos y habilidades, pero es finalmente nuestra actitud la que define a qué potencia brillamos.




 
Reconozco que desde entonces no he parado de pensar en esta fórmula. Le veo el baloncesto por todas partes! Pero cómo podemos adaptarla para que nos sea útil? Y qué conceptos encajan mejor en el ámbito del baloncesto? Vamos a cambiar algunas palabras y a ver unos ejemplos exagerados pero significativos.

 
No me gusta la palabra valor, quizás porque está muy asociada a lo económico. Prefiero RENDIMIENTO, que al fin y al cabo es lo que buscamos todos los entrenadores. Y qué factores afectan? Imaginaros ese jugador que lo tiene todo para destacar pero es esclavo de su mala ACTITUD (Jugador A), o al contrario, ese jugador motivadísimo pero que no tiene el NIVEL suficiente (Jugador B). Incluso jugadores con las 2 cosas pero sin la EXPERIENCIA para sacarles partido (Jugador C).






Por un lado están el Nivel y la Experiencia, que representan la parte fija de la fórmula, ya que no pueden mejorarse de un día para otro, y por eso le daremos un valor entre 0 y 10. A la Actitud le daremos un valor entre 0 y 1, ya que representa un factor porcentual.

En este punto, donde la fórmula está simplificada al máximo, ya podemos reunirnos con nuestros jugadores. Que se pongan nota, incluso a sus compañeros de equipo. Pronto verán la diferencia entre su nivel y experiencia (lo que son capaces de hacer) y su rendimiento (lo que realmente hacen).

Viendo esto, podemos entender mejor lo difícil que es conseguir un jugador de alto rendimiento. No sólo ha de tener nivel y experiencia máximos, sino que ha de estar preparado mentalmente para tener en todo momento una actitud perfecta. Y eso no es nada fácil.

Sin embargo no podemos detenernos aquí. Como seres curiosos por naturaleza que somos los entrenadores, hemos de entrar a analizar  en profundidad qué significan NIVEL, EXPERIENCIA y ACTITUD y cuales son sus componentes. En el fondo todos lo sabemos, pero vamos a ponerle nombre y apellidos. Solo así podremos sentarnos con un jugador y tener argumentos con los que ayudarle a crecer y mejorar.



QUÉ ES EL NIVEL?


La definición exacta sería algo así como el conjunto de aptitudes que posee un jugador y que definen su grado de desarrollo. Existen 2 componentes que determinan el nivel en baloncesto:


Capacidades = Aptitudes innatas que permiten el desarrollo de una actividad, en este caso el baloncesto. Influyen básicamente dos: Físicas y Cognitivas. Por cierto, que sean innatas no significa que no sean mejorables. Obviamente la altura o la envergadura no se pueden entrenar, pero el resto de capacidades sí: velocidad, fuerza, coordinación, etc.

Recursos = Aptitudes adquiridas que permiten resolver las diferentes situaciones espacio-temporales que exige el baloncesto. Aquí tendríamos en cuenta todos los recursos técnico-tácticos. En función de la categoría y de la posición en la que juegan, valoraremos unos conceptos o otros.


Quizás las capacidades cognitivas deberíamos tratarlas como un componente a parte, pues cada vez se valoran y se trabajan más. Antiguamente le llamábamos inteligencia. El ejemplo perfecto sería ese jugador que desde pequeño juega como un veterano, ese que ha nacido con una capacidad cognitiva superdotada y tiene un don para entender el juego.



QUÉ ES LA EXPERIENCIA?


La definición exacta sería algo así como la acumulación de conocimientos derivados de la observación o de la participación, y que otorgan un grado de desarrollo superior.

Experiencia Vivida = Conocimientos que se adquieren al vivirlos en primera persona. Son lo que yo llamo "las horas de vuelo". Entrenos, partidos, campus, tecnificaciones, torneos, etc. Todo suma a lo largo de la vida de un jugador. Os suena ese jugador veterano que va andando y te hace un hijo? Exacto. Ya no necesita tener tantas capacidades porque entiende el juego a un nivel superior.

Experiencia Observada = Conocimientos que se adquieren al vivirlos en tercera persona. Si, viendo basket también se aprende!! Y esto es importante que los jugadores y las familias lo entiendan porque cada vez ven menos basket. Hay que entrenar muchas horas, pero también hay que ir a ver partidos, sean de ACB o del equipo del pueblo de al lado. Y sobre todo cuando son pequeños, etapa básica del aprendizaje espejo. No os suena el típico niño de 7-8 años que bota mejor que un cadete? Seguro que tiene 2 hermanos mayores que también juegan y se pasa el día en el pabellón.


La experiencia en sénior tiene un peso muy importante, sólo hace falta ver a Alex Mumbrú como juega a sus 37 años!! Corre la mitad que los demás y sigue siendo el alero nacional más valorado de la liga año tras año. Ya no juega con las piernas, sino con la cabeza.

En categorías de formación también existen diferencias, pues no es lo mismo entrenar 2 días a la semana que 3 o 4. Pero sobre todo marca la diferencia la experiencia observada, ya que genera conocimientos externos no habituales en la categoría. Recuerdo de pequeño cuando íbamos a ver a "los grandes", y en el entreno siguiente intentabas hacer lo que hacían ellos. Algunas de esas cosas te salían y entonces eras feliz. Y no sólo mejorabas, sino que además empezabas a definirte como jugador.

Este análisis también os puede dar mucho juego, sobre todo en equipos sénior, dónde los jugadores jóvenes no suelen valorar el peso que tiene la experiencia. A veces creen que son mejores que otros compañeros, incluso pueden serlo, y no entienden porque juegan menos minutos. Alguien ha de explicarles qué significa esto de la experiencia y qué efectos tiene en el juego y en el jugador.



QUÉ ES LA ACTITUD?


La definición exacta sería algo así como los hábitos internos que marcan la predisposición para hacer un trabajo. Eso quiere decir que la actitud es modificable desde dentro y que requiere constancia. Pero no es lo mismo un jugador con mala CONDUCTA que uno que sea flojo a nivel EMOCIONAL, y sin embargo a los dos les pedimos actitud, algo que también pedimos a ese jugador con poca habilidad SOCIAL.
Componente Conductual = Son los factores que afectan al día a día: predisposición, capacidad de trabajo, concentración, autoexigencia,  hábitos, etc. Determinan la forma de entrenar y jugar.

Componente Emocional = Son los factores que se presentan como respuesta al entorno o a situaciones adversas: competitividad, resiliencia, adaptabilidad, etc. Determinan la forma de competir, que no es lo mismo que jugar.

Componente Social = Son los factores que afectan directamente al grupo: Sinergia, compromiso, personalidad, etc. Determinan la forma de pertenecer al equipo.





En esta tabla he puesto 3 jugadores con buena conducta, pero con perfiles diferentes. El jugador A sería el típico dispuesto a trabajar día a día para mejorar y hacer mejor al equipo, ese jugador ejemplar que todos queremos, pero que a la hora de competir se viene abajo. Con los otros 2 jugadores podemos ver la diferencia entre el egoísta que trabaja y juega para sí mismo (B) y el que lo hace por el equipo (C).


A continuación explico un poco más a fondo los factores más relevantes en cuanto a actitud:


Capacidad de Trabajo = Posibilidad de desarrollar una actividad con la calidad requerida. Aquí aparecen intrínsecos conceptos como la concentración o la consciencia en el trabajo.

Competitividad = Capacidad de luchar, superarse o ser comparado con otros. Este concepto me parece muy poco valorado y muy poco entrenado en formación. Pero ojo que la competitividad mal enfocada puede ser negativa para el jugador y el equipo!

Resiliencia = Capacidad para enfrentarse y resolver situaciones adversas. Cómo reaccionan tras fallar un tiro? Y tras perder 2 partidos seguidos? Poco se habla de este concepto.

Sinergia = Capacidad de asociarse y sumar fuerzas para que multipliquen. (2+2=5). Os suena ese jugador que sólo su presencia hace mejor al equipo?

Adaptabilidad = Capacidad de desarrollarse en un entorno diferente al idóneo. Cómo se adapta un jugador a un cambio de entrenador, de equipo, de rol, de estilo de juego o de objetivos?

Compromiso = Conciencia de la importancia que tiene el cumplir con el desarrollo de su trabajo. Hay que valorar el compromiso personal, con el equipo y con el club.


Todos conocemos a ese jugador con mucha capacidad de trabajo pero que cuando llega el partido desaparece. O viceversa, ese jugador que durante la semana lo matarías pero que luego te gana el partido. Ninguno será un jugador completo. Sin capacidad de trabajo no se puede mejorar, pero sin ser competitivo no se puede competir. Es tan obvio que a veces se nos olvida!




Y recordáis alguna temporada en la que no haya malos momentos? Es imposible. Seguro que os viene a la mente ese jugador que cuando las cosas vienen mal dadas se borra o se viene abajo. También existen jugadores incapaces de comprometerse con un equipo y cumplir, que a la mínima fallan y te dejan colgado. O que anteponen otras actividades al entrenamiento y su rendimiento esperado nunca llega.

A todos esos jugadores les falta actitud. Pero hemos de saber exactamente qué les pedimos. Ahora que ya tenemos unos cuantos conceptos, podemos hablar con el equipo y que cada uno vea qué le hace fuerte y qué le hace débil. Conocerse es parte de la mejora del jugador!!


RENDIMIENTO


Ya llegamos al final de este viaje. Tenemos claro que el rendimiento de un jugador o de un equipo depende de 3 grandes grupos resumidos en Nivel, Experiencia y Actitud.

Como entrenadores, debemos tener claro cada uno de estos factores. No podemos exigir un nivel que no tienen, y menos si no lo entrenamos. Ni podemos esperar que resuelvan situaciones complejas por si solos si les falta la experiencia adecuada. Pero por mucho nivel y experiencia que tengamos, sin la actitud nunca llegaremos a encontrar el rendimiento máximo esperado.

Y además, al ser un deporte de equipo, hemos de tener en cuenta que cada pieza ha de encajar en el grupo. Al confeccionar la plantilla hemos de tener en cuenta ciertos equilibrios que potencien el rendimiento global. Necesitamos jugadores físicos pero también muy técnicos, igual que necesitamos veteranos y jóvenes. La justa medida dependerá de cada entrenador.

A continuación os dejo una tabla resumen con todos los conceptos y algunos de sus componentes, de manera que la podamos tener siempre a mano a la hora de analizar jugadores o equipos.






REFLEXIONES


Realmente se puede cambiar la actitud de un día para otro? Después de escribir este artículo no lo tengo tan claro. No creo que un jugador pueda ser autoexigente, comprometido o sinérgico de golpe simplemente porque se lo exijamos desde la banda. Lo que sí ha quedado claro es que se puede mejorar, por tanto no me vale el típico "es que yo soy así"... Si eres así es porque lo practicas cada día.

Como podéis ver, la motivación ni la he nombrado. Estoy tan cabreado con el mal uso que se está haciendo de esta palabra que me la guardo para explicarlo en otro artículo.

Os animo a que analicéis a vuestros equipos desde esta perspectiva. Os aseguro que descubriréis cosas que no sabíais o que no teníais en cuenta, tanto a nivel individual como a nivel grupal, y que os ayudarán a entender mejor algunas situaciones o dinámicas.

Siguiendo el símil que utiliza Kuppers, una bombilla de 100W no puede brillar a 200W por mucha actitud que tenga, pero si está rindiendo a 50W debemos exigirle más. Los jugadores han de ir por la pista brillando a máxima potencia!! Y si no lo consiguen, hemos de ofrecerles las herramientas adecuadas.

Para acabar os dejo con su ponencia sobre actitud. Seguro que aprendéis y lo disfrutáis. Un genio!





1 comentario:

  1. Sin duda la actitud es bastante determinante para conseguir ser uno de los grandes. Muchísimas gracias por esta bonita reflexión.

    ResponderEliminar