1 de enero de 2014

6. Triángulo Ofensivo

Puede que este concepto lo hayáis leído y escuchado infinitas veces. Phil Jackson lo popularizó al conseguir varios anillos de la NBA jugando únicamente con esta estructura y sus infinitas opciones con los Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen, y años después con los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol.

Los actuales Minnesota Timberwolves de Kevin Love y Ricky Rubio, dirigidos por Rick Adelman, han conseguido en esta temporada 2013-2014 la evolución total, seguramente gracias a la buena lectura del juego, la cantidad de recursos técnicos y la efectividad en la toma de decisiones que aporta su quinteto titular.

Sin embargo, el primero en estudiar esta estructura como movimiento ofensivo fue Tex Winter , quién fue ayudante de Phil Jackson años más tarde. Como cita en su libro Canastas Sagradas:

“La idea básica del Triángulo Ofensivo es orquestar el flujo de movimientos para engañar a la defensa y desequilibrarla, jugar con ella, creando una gran cantidad de oportunidades en pista. Un sistema altruista que sustituye el Yo por el Nosotros“


Así pues, no estamos hablando de un concepto meramente formativo, sino que habla de baloncesto en estado puro. Combinaciones que responden a una defensa que arriesga para detener el 1c1. Por lo tanto, lo primero que debemos saber, como siempre, es dónde están los espacios con ventaja e iremos creciendo poco a poco. El nivel de desarrollo al que llegan estos equipos no es posible ni recomendable en etapas de formación, pues cuentan con infinidad de variantes y conceptos jugados a la perfección, todo dentro de un timing y unos espacios perfectamente definidos. En mi opinión es poco viable ese nivel en la mayoría de Séniors de categorías autonómicas, incluso nacionales, pero sí podemos adaptarlo perfectamente. En formación lo primero de todo será reducir el esquema y enseñarlo en 3c3, jugando sólo un triángulo y con pocas opciones. Poco a poco el equipo irá respondiendo e irán apareciendo nuevas opciones.
Como vemos en los 2 diagramas anteriores, el espacio con ventaja dependerá de dónde juegue nuestro pívot. Con él en Poste Alto liberamos el fondo, mientras que si se sitúa en Poste Bajo dejamos libre el centro de la zona. De la misma manera, empezaremos enseñando la estructura a nuestros jugadores invitándoles a atacar dichos espacios con cortes y penetraciones.

Debemos tener en cuenta que con esta estructura el lado débil tiene menos defensores que en el juego por parejas, de manera que la mínima ayuda genera ventajas, provocando que el lado fuerte esté más agresivo en el lado fuerte. Si los defensores aprietan líneas de pase, aumenta el espacio con ventaja, y es cuando aparecen las puertas atrás y los 1c1 sin ayudas.

Por lo tanto, damos por entendido que tomaremos decisiones en función de la defensa. No sólo de la posición que ocupa en el campo, sino que también dependerá del movimiento que está intentando anticipar el defensor. Cualquier detalle defensivo puede darnos una ventaja. Por ejemplo, si un defensor da un paso hacia balón para ayudar o si cambia su orientación para seguirlo con la mirada, podremos atacarle la espalda en el momento adecuado; o si intenta defender una línea de pase podremos atacar el hueco que deja libre. En definitiva se trata de provocar un error en la defensa y atacarlo.


LA ESENCIA DEL ATAQUE (Tex Winter) La clave es no ir siguiendo la defensa, sino jugar con los defensores y engañarles para que se sobreexcedan. Ello significa pensar y moverse al unísono como grupo y estar profundamente atentos, en cualquier momento, a lo que ocurre en la pista. Ejecutado correctamente, el sistema es virtualmente imparable, porque no hay jugadas preparadas y la defensa no puede predecir lo que va a ocurrir a continuación. Si la defensa intenta prevenir un movimiento, los jugadores se ajustarán instintivamente y empezarán otra serie de cortes y pases que a menudo llevan a disponer de un mejor tiro. En el corazón de este sistema hay lo que Tex llama los siete principios de un ataque acertado:

1.- El ataque debe penetrar a la defensa.
2.- El ataque debe aprovechar toda la pista.
3.- El ataque debe proporcionar el espaciamiento correcto. (¡¡Espacios!!)
4.- El ataque debe asegurar el movimiento de jugador y balón con una finalidad.
5.- El ataque debe asegurar opciones rebote y un buen balance defensivo en todos los tiros.
6.- El ataque debe dar al jugador con balón la opción de pasarlo a alguno de los compañeros.
7.- El ataque debe utilizar las habilidades individuales de los jugadores.


Es un ajedrez con tiempo limitado para la respuesta pero reproducido a cámara súper rápida. Una cadena consecutiva de acción-reacción, amenaza-respuesta. Lo explicaré con un ejemplo que podría ser un extracto de una décima de segundo de cualquier partido.
En el primer diagrama, el jugador 3 intenta atacar el fondo, que es el espacio con ventaja. Si la defensa responde cambiando su orientación en el 1c1 con el objetivo de proteger el fondo (diagrama 2), la línea de pase al 5 nos queda libre. Si a la defensa no le interesa que entren balones en Poste Alto, obligaremos a que el defensor de 1 se cierre, de manera que abriría su propia línea de pase, como en el diagrama 3.

Para la comodidad y el éxito final de las acciones, es relevante la velocidad de ejecución en los movimientos técnicos. El tiempo que existe una línea de pase o un túnel a canasta es mínimo, y el perfeccionamiento técnico individual nos puede dar esa ventaja espacio-temporal que tanto cuesta encontrar. A nivel colectivo, un buen timing también nos ayudará.

Empezamos invitando a los jugadores a encontrar ventajas a través de penetraciones (1c1) y cortes sobre Balón Interior (2c2). Podemos jugarlo con Poste Alto y con Poste Bajo, identificando las diferencias. Es importante tener en cuenta la rotación que provoca cada movimiento.
Una vez dominados los espacios, podemos empezar a incluir conceptos más avanzados en situación de 2c2 y 3c3:
Finalmente podemos jugar opciones combinando movimientos y conceptos. Las posibilidades que podemos crear son infinitas. Los jugadores no pueden memorizarlas, sino que han de descubrir cuales son los patrones que les llevarán a nuevas decisiones. Algunos ejemplos:
Si aún así nos parecen pocas opciones, sobre todo en equipos Sénior, que deberían saber integrar todos los conceptos dentro de un sistema libre (aunque yo conozco muy pocos), aún podemos multiplicar el número de opciones si contamos con el los jugadores de lado débil. Sin llegar a trabajar combinaciones de lado fuerte con lado débil, podemos jugar con los reemplazos, explotando el concepto aparecer. Podemos trabajar diferentes formaciones dentro de un mismo ataque, incluso cambios de rol, buscando balones interiores para nuestros aleros o balones en perímetro para nuestros interiores.


Un apartado complicado para los jugadores es la formación de los triángulos. Hay infinidad de opciones, que podemos ir metiendo como Normas Ofensivas. En este video se muestran las rotaciones que utilizaban los Lakers, así como las ventajas en tiempo y espacio que ofrece el sistema. Un estudio interesante de Sport Science.


El estudio detallado, y sobre todo la posterior aplicación práctica de estas opciones, necesita su tiempo de formación y asimilación, tanto para los jugadores como para el entrenador. Puede llevar años de trabajo, pero hemos de valorar todo lo que fomenta esta filosofía:

  • Jugadores creativos.
  • Espacio para el desarrollo técnico de los jugadores.
  • Comprensión táctica.
  • Conocimiento de espacios y timing en función de la defensa.
  • Desarrollo coherente del juego sin balón.
  • Respeta todas las Normas Ofensivas que trabajamos en etapas anteriores.
  • Evita posibles scoutings del equipo contrario.
  • Margen para el trabajo de conceptos avanzados (bloqueos, etc.).


Hay que ser conscientes de que obtener todas esas ventajas supone un proceso, y como tal, encontraremos fases en las que los jugadores, sobre todo los jóvenes, tendrán dificultades para jugarlo con fluidez. Pero no nos debe preocupar. Hemos de creer en nuestro estilo, tener paciencia y seguir trabajando. Esta filosofía aporta los tres pilares básicos que necesita un equipo:

1.- Diversión: Los jugadores toman sus propias decisiones.
2.- Implicación: Los jugadores son responsables del juego.
3.- Trabajo: Los jugadores saben que su arma principal es la técnica individual.


Como decía un conocido blogger del mundo del baloncesto, todos los conocimientos derivan de lo que sentimos, así que hemos de conseguir que los jugadores sientan el baloncesto, que lo comprendan y lo disfruten mientras juegan. Soy de creencia totalmente opuesta a un juego cerrado, diseñado en una pizarra. Creo en los jugadores y en su papel protagonista dentro del juego, y pienso que los entrenadores no estamos aquí para salir en la foto. Los jugadores no son nuestras herramientas para competir, son ellos los que juegan y los que la gente viene a ver. Nosotros, lo entrenadores, solo hemos de guiarles por el camino adecuado: la formación a largo plazo.

Y el mejor camino para que nuestros jugadores alcancen su máximo nivel en el conocimiento y entendimiento del juego, es precisamente facilitarle los medios adecuados, para que sientan el baloncesto. Que sientan la emoción de descubrir movimientos que les dan ventajas, la emoción de combinarse con los compañeros, que sientan la responsabilidad del éxito y del fracaso en acciones pensadas y ejecutadas por ellos mismos… Y tantas emociones como puede deparar un juego tan completo como el nuestro!!

“Si eres entrenador y llegado este punto no entiendes el mensaje o te parece una tontería, no te preocupes, eso no te impedirá triunfar con algún equipo, incluso ganar campeonatos y ser seleccionador de alguna comunidad, pero dudo que puedas enseñar a los jugadores a conocer y entender el Baloncesto”

Puede haber otras filosofías, pero no cabe duda de que a nivel formativo es la más completa. Quizás podéis tener dudas de cómo funciona a nivel competitivo. Bien, como dato orientativo os diré que 11 de los últimos 20 anillos de la NBA se han ganado jugando este sistema de estructuras.

Lo mejor será ver directamente como se juega a esto! Dos equipos históricos, ambos dirigidos por “el maestro Zen” (Phil Jackson), que jugaban el triángulo ofensivo excepcionalmente bien, y cada uno sabiendo explotar sus virtudes. Michael Jordan y Kobe Bryant eran las principales amenazas, pero jugadores como Toni Kukoc, o Pau Gasol hacían que el equipo al completo fuera peligroso, gracias a su lectura del juego y su versatilidad para jugar en diferentes espacios. En mi humilde opinión, la verdadera diferencia entre ambos equipos era que los Lakers no tenían ningún Scottie Pippen (que me perdone Lamar Odom).



Juego Por Parejas
2 Interiores

No hay comentarios:

Publicar un comentario